
El ganador de la pole position Chase Elliott resistió un dramático embate de Ryan Blaney para ganar la noche del domingo el Cook Out Clash en Bowman Gray Stadium con las gradas repletas y una multitud animada en la histórica pista de un cuarto de milla (unos 400 metros).
Manejando con pericia en medio de los autos rezagados en la parte final de la carrera de exhibición de 200 vueltas con la que comenzó la temporada, Elliott cruzó la línea de meta apenas por 1.333 segundos por delante de Blaney, quien arrancó en la última posición entre los 23 participantes en una clasificación provisional de puntos de piloto.
Elliott reclamó su primera victoria en el Clash, que se dio en Bowman Gray después de una estadía de tres años en el Memorial Coliseum de Los Ángeles. El piloto con el auto número ‘9’ de Hendrick Motorsports Chevrolet disfrutó del regreso de la NASCAR Cup Series a la emblemática pista corta después de una ausencia de 54 años.

“Este entorno es especial”, comentó Elliott, quien lideró 171 de las 200 vueltas, incluidas las primeras 96 antes de ceder el liderato a Denny Hamlin, quien terminó tercero. “Este es un lugar que tiene una larga historia en NASCAR. Creo que se merecen este evento, sinceramente.
“Espero no haber decepcionado. Al menos para mí fue divertido y espero que algún día podamos volver aquí”, agregó.
Hamlin lideró en dos ocasiones para un total de 28 vueltas, pero no resistió luego de que Elliott retomara la primera posición al rebasarlo en la vuelta 126. Y luego Blaney rebasó el Toyota de Hamlin en la vuelta 147, momento en el que se convirtió en una carrera de dos pilotos.
Pero el auto de Blaney se tensó en la recta final, impidiendo que el piloto del auto ‘12’ del Team Penske Ford pudiera pelear por la victoria. Blaney lo pensó mejor antes de hacer una maniobra agresiva ante el siete veces designado como el piloto más popular de la serie.
“No iba a embestirlo y dejar que me persiga con un gran trinche”, bromeó Blaney… “Simplemente no tenía suficiente fuerza trasera del lado derecho al final para poder atacarlo”.

Joey Logano finalizó en la cuarta posición, seguido de Bubba Wallace, quien avanzó desde el puesto 14, su posición de inicio. Ross Chastain, Austin Cindric, Tyler Reddick, Shane van Gisbergen y Chris Buescher completaron el top 10.
Hamlin lamentó el último reinicio, en la vuelta 121, después de la séptima bandera amarilla por el trompo de Brad Keselowski contra la defensa de Wallace.
“No me fue muy bien en ese reinicio y perdí la parte baja de la pista, y Chase lo aprovechó”, dijo Hamlin. “Toda vez que tomas la delantera, es mucho más fácil mantenerla.
“Pensé que ellos fueron un poco mejores que nosotros en la segunda mitad, al igual que el 12 (Blaney). Solo tenemos que mejorar un poco, pero en general, fue un buen día para nuestro Toyota Sport Clips”, añadió Hamlin.
En la clasificación de última oportunidad que determinó las posiciones 21 y 22 en el evento principal, Kyle Larson atacó desde la décima posición de salida y sobrevivió nueve banderas amarillas para ganar el evento de 75 vueltas y avanzar al Clash.
En la vuelta 72, Larson tomó el liderato que estaba en manos de Josh Berry, quien hizo su debut en una carrera sancionada para el equipo Wood Brothers Racing en la pista en la que el patriarca del equipo y miembro del Salón de la Fama de NASCAR, Glen Wood, se llevó todas sus cuatro victorias en la Cup Series.

Larson ocupó la primera posición por primera vez a la altura de la vuelta 30 y lideró un total de 36 giros para encaminarse al triunfo. No obstante, el auto número ‘5’ de Larson, el Hendrick Motorsports Chevrolet, sufrió daño luego de que cediera el liderato a Erik Jones en el reinicio de la vuelta 65.
En una melé, momentos después de que la carrera se reanudó, Jones tuvo un percance en una situación de tres autos corriendo a lo ancho de la estrecha pista con Berry y Larson que lo dejó fuera de la contienda.
“Mi vehículo estuvo mucho mejor que ayer”, dijo Larson, cuyo octavo puesto en su eliminatoria del sábado lo relegó a la clasificación de última oportunidad. “Fue divertido. Pude llegar al frente sin chocar con demasiada gente.
“Pero luego de esa larga pausa (por el duro accidente del campeón local Burt Myers en la vuelta 61), corrí muy apretado para ese reinicio y permití que Erik se pusiera delante de mí y simplemente perdí el control de la carrera en ese punto. Luego, en el siguiente reinicio, todo fue una locura y sufrí muchos daños”.
Berry, quien arrancó en la posición 13, se mantuvo en el segundo puesto para asegurar el sitio 22 en el Clash. Berry y Larson acabaron en los puestos 13 y 17, respectivamente, en el evento principal.
“Se puso bastante duro”, dijo Berry. “Detestas que las cosas lleguen a ese punto, pero es lo que es: es el manicomio, es el Bowman Gray Stadium, es una pista de carreras estrecha y vas a chocar con los demás”.

Notas: Elliott es el 26to piloto diferente que gana el Clash y el octavo piloto diferente que gana el evento en los últimos ocho años. Es el primer piloto que gana con un Chevrolet desde que Jimmie Johnson lo hizo en 2019; esta fue la sexta vez que el Clash se gana desde la pole position.
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